La Sabiduría en la Confusión, Enseñanzas del 8vo Karmapa Mikyö Dorje
8º Karmapa, Mikyö Dorje
Los Celos
Para que operen los celos primero debemos saber mucho acerca de la felicidad. De hecho podemos decir que deben primero manifestarse tres cualidades. Sin embargo, éstas no son reconocidas y en su lugar se comete un error.
Primero sabemos que alguien es feliz, segundo sabemos porqué es feliz, y tercero, sabemos que esta cosa o esta situación también nos haría feliz a nosotros. Estas son todas cualidades maravillosas y muchas personas dirían que quieren saber más acerca de cómo hacer feliz a los demás por ejemplo.
Sin embargo, cómo frecuentemente no sentimos que tenemos suficientes buenas impresiones en nuestra mente, ocurre la cuarta cosa, el concepto erróneo, decidimos ser infelices porque otra persona es feliz. Es como una reacción alérgica a la felicidad de otra persona. Pero las anteriores cualidades ya están presentes, entonces la sabiduría ya está ahi. Lo que deberíamos hacer es practicar sentirnos felices cuando los demás están felices, lo que llamamos alegría compasiva, que es uno de los cuatros tipos de amor útil. Digo útil porque el tipo de amor pegajoso que está construido sobre condiciones y exigencias no busca hacer feliz a los demás sino obtener lo que nosotros queremos y no es realmente amor.
La práctica de la alegría compasiva, por ejemplo, estar feliz cuando vemos una pareja besándose o disfrutando el uno del otro en la calle, es una fuente de buenas impresiones, como por ejemplo lo es el tipo de generosidad inteligente donde la compasión va de la mano con la sabiduría. Otra cosa acerca de los celos es su habilidad de operar en el pasado, presente y futuro. No conoce límites de tiempo. Entonces, alguien celoso está plenamente consciente de la felicidad y de los procesos que ocurren a lo largo del tiempo. Frecuentemente son organizadores por naturaleza y tienen esta cualidad similar al viento que permite conectar las cosas. La sabiduría que revelan cuando no están atrapados en reacciones alérgicas es aquella de la sabiduría que todo lo desempeña, o sabiduría histórica.
La Ira
Dentro de la aversión está la experiencia de sentirnos conectados con todo y no estar separados, de otra manera ¿cómo podrían los demás tocarnos o perturbarnos? Ocurre lo mismo cuando nos enamoramos.
Cuando transformamos la aversión, este sentimiento de no separación es apreciado en lugar de rechazado, y somos capaces de ver las cosas como son – porque no hay separación entre yo, tu y los demás, entre sujeto, objeto y acción – y por ende no nos atrapamos en emociones al mismo tiempo. Esta percatación o sabiduría sin emociones es frecuentemente llamada sabiduría como un espejo porque simplemente reflejamos lo que está ahí sin hacer un gran drama al respecto.
Entonces, las personas que han transformado su aversión son capaces de ser estables y sólidas, conservan la calma y no tienen altos y bajos todo el tiempo.
El Apego
Antes de sentir apego, y con esto me refiero a la idea de que algo fuera o separado de nosotros nos hace felices, como un auto nuevo, o de forma más común nuestra pareja, todo empieza con la discriminación y el deseo. Debemos se capaces de hacer la diferencia entre un auto y otro, una mujer y otra, un hombre y otro, antes de poder sentir apego. Esta discriminación que siempre está operando por medio del deseo es fundamentalmente inteligencia. Por eso tenemos una civilización tan rica y somos capaces de hacer nuestro trabajo.
El deseo es algo que todos tenemos en mayor o menor medida, es la razón fundamental por la que nacemos en el reino humano. Y nuestro mayor deseo es ser felices. Sin embargo, a menudo pensamos que la felicidad viene de circunstancias externas en lugar del conocimiento de la naturaleza de la mente. Entonces alguien con deseo quiere ser feliz y tiene la inteligencia de distinguir entre una cosa y otra. Esta es la sabiduría discriminadora. Cada sabiduría es inherente a la emoción perturbadora, sin embargo nos perturban los pensamientos y creemos que tenemos un problema. En vez de eso, deberíamos simplemente ver que es el espacio jugando consigo mismo, la riqueza natural de la mente expresándose a si misma. Después de todo, todo proviene de la mente: todos nuestros mundos, pensamientos y acciones, así como el mundo a nuestro alrededor. La mente es apertura perfecta, claridad y compasión y por lo tanto todas nuestras emociones también son expresiones de esto.
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