La estupa y el mala. Por: Lama Ole Nydahl


Por: Lama Ole Nydahl
La estupa

Es un símbolo budista que nos es familiar, conocida por aquellos que han viajado a Asia o visto películas o libros de temas budistas. La forma de la estupas nos hace pensar en otros símbolos familiares como las pirámides y otras recolecciones de piedras. Las estupas pueden variar en forma y tamaño. La gran estupa de Bodnath es bien conocida. También hay unas pequeñas que se consiguen en los Himalayas, hechas de piedras que fueron recolectadas del sitio donde fueron erigidas. También se han construido estupas en Occidente, como la de Kalachakra (de 40 pies de alta en Málaga, al sur de España), la cual fue construida bajo la guía de Lopon Tsechu Rinpoche en 1994. También hay planes de construir una estupa, como parte del proyecto de un centro budista en Hamburgo.
Uno de los objetivos del budismo es transformar la experiencia del mundo ordinario en algo puro, y todas las emociones en algo útil. Así como el dorje, la estupa es un símbolo sobre la forma o manera en que nuestra experiencia del mundo es transformada.
Normalmente una estupa está constituida por distintos elementos unos sobre el otro. Cada uno de estos elementos representa una parte de este mundo. La base, en forma de escalinata, representa el elemento tierra y todo lo sólido. Encima de la base hay una sección en forma de gota, que tiene una ventana donde se coloca una imagen de Buda. Esta parte simboliza el agua. Sobre la gota hay un cuadrado que simboliza el fuego. Los ojos de Buda característicos de las estupas están pintados sobre la superficie del cuadrado, pero sólo cuando la ventana con el Buda no aparece. Sobre esta parte hay una sección con anillos de menor y menor diámetro, simbolizando el elemento aire. En el tope, hay una llama con la luna y el sol que representan la transformación de la conciencia.
Al ver estupas continuamente, uno obtiene el control sobre los elementos que la estupa representa.

El Mala
Un mala tiene ciento ocho cuentas. Es un collar de cuentas, que muchos budistas utilizan cuando están recitando un mantra. Es una herramienta práctica y al mismo tiempo está llena de simbolismo. Normalmente un mala tiene ciento ocho cuentas pequeñas y una grande que se asemeja a una estupa. De hecho, esta cuenta es una estupa y lleva consigo el significado de la estupa, su forma alargada representa el "Estado de la Verdad" que se alcanza al comprender que no hay un ego o un Yo. En el "Estado de la Verdad" todas las cualidades de la mente se manifiestan libremente. La parte redonda de esta cuenta muestra el gozo que aparece cuando desaparece la ilusión de un ego y todas las energías, normalmente unidas por esperanza y miedo, son liberadas, todas las ideas fijas, todos los pensamientos del pasado y del futuro son descargados. También simboliza el enorme gozo que se manifiesta cuando uno está libre de cualquier juego o artificialidad.
Cuando comprendemos que no hay un ego, y hemos experimentado la gran alegría que trae dicha realización, las cualidades que obtenemos se muestran de forma práctica como distintas acciones o actividades de un bodhisattva.
Cuando se utiliza el mala, uno dice el mantra por cada cuenta. Uno rota el pulgar en dirección horaria sobre cada cuenta y cuando se llega a la cuenta estupa, uno rota el mala y sigue de vuelta por ese camino. Esto hace que el uso del mala sea más fácil, porque las cuentas no estarán muy prensadas en el cordón cuando las muevas.
Durante la meditación es mejor estar totalmente atentos de la visualización del Buda enfrente o arriba de uno. Entonces uno puede utilizar la sensación del mala y la repetición del mantra para fortalecer la experiencia de estar en el campo consciente de un Buda y en el campo de bendición. En esta meditación completa, la mente está con el Buda, el habla con el mantra y el cuerpo con el mala. Cuando a veces sucede - y de hecho ocurre - que la mente no esta concentrada o el habla se salta algunos mantras, una parte de la mente todavía está en la meditación debido al movimiento del mala en nuestra mano. De esta manera el mala puede ser realmente de beneficio.
Hay muchas explicaciones de por qué el mala tiene 108 cuentas. Existen ocho tipos diferentes de conciencias. Primero, están los cinco tipos de conciencias de los sentidos: gusto, olfato, visión, tacto y auditiva. La sexta es como la "consciencia policía" que mantiene un ojo en lo que sucede. La séptima es la "conciencia que almacena" y la octava es la conciencia que procesa el lenguaje, símbolos y objetos dentro de este reino. Después de alcanzar la budeidad estos ocho tipos de conciencia se transforman en una novena "super conciencia" donde todo se conoce intuitivamente. Aquí, las cosas no se experimentan a través de los sentidos sino directamente a través de la vibración de cada átomo en nuestro cuerpo. Este estado es posible porque el espacio es consciente de sí mismo. El espacio no es un hoyo negro o un separador sino un conector de la información que contiene. Cuando las ocho tipos de conciencias ordinarias se vuelven la novena "la conciencia que todo lo sabe y todo lo logra", dentro de nosotros se despiertan 100 budas en la forma de 42 budas pacíficos y 58 airados. Por lo tanto el número representa los ocho tipos de conciencias antes del estado pleno de realización y los 100 budas que se manifiestan a través del estado iluminado de la mente.
Cuando hacemos postraciones se recomienda utilizar uno más pequeño (1/4 de mala) con 27 cuentas. Este tamaño se ajusta bien a la mayoría de las manos.
Muchas personas extienden la función del mala añadiéndole contadores extras. En nuestra tradición Kagyu las colocamos después de la décima cuenta y si utilizamos dos de estos contadores adicionales, se colocan después de las cuentas número 10 y 20.
Los malas de distintos materiales
Los malas pueden hacerse de distintos materiales que son buenos para los distintos budas. Tanto los materiales de semilla de loto como los de árbol de bodhi son buenos para decir todos los mantras. El nombre de semilla de loto es un nombre romántico para las semillas del árbol de pera chino. Estos malas normalmente se hacen en China y se exportan via Nepal y Hong Kong. Los malas del árbol de bodhi se hacen del mismo tipo de árbol bajo el cual el buda se sentó cuando alcanzó el estado de plena realización de la mente. La forma y el tamaño de estas cuentas varían un poco. Por lo general hay dos tipos de cuentas de árbol de bodhi: un tipo tiene el sol y la luna mientras que la otra tiene triángulos tallados encima. Las que tienen los triángulos son especialmente buenas para las prácticas con protectores. Las de árbol de bodhi o semillas de loto pueden sostener energías pacíficas, protectoras, expansivas y fascinadoras, al igual que todos los tipos de mantras. Ambos, son también materiales agradables porque no se calientan o enfrían y son relativamente ligeros.
Entre otros materiales empleados para malas el ámbar y la madera de sándalo son especialmente populares. Los malas de madera de sándalo no son el material que más dura, porque la madera es suave, pero su aroma es agradable. Los malas de hueso o hematita (una piedra muy pesada) son hechos especialmente para prácticas con protectores.
Si uno quiere obtener un mala de buena calidad, los materiales que se recomiendan son los de árbol de bodhi, semilla de loto y ámbar. Otros materiales pueden ser por supuesto igual de buenos. Uno puede elegir el color del mala de manera que concuerde con el color del aspecto búdico en el cual uno medita, por ejemplo negro o negro azulado para Manto Negro, verde para la Tara Verde, blanco para Ojos Amorosos, azul para el buda de la medicina, etc.
Se dice que es señal de un buen estilo si el mala de uno cabe en nuestra mano cerrada. Si es muy grande puede ser señal de orgullo. En lo que se refiere al cordón es buena idea que esté apretado para mantras cortos y más flojo para mantras largos. Con frecuencia los malas se hacen de un tamaño que se ajusta a nuestra muñeca. Por lo general el mala se siente mejor cuando es hecho con un cordón grueso y suave.

"La estupa de Swayambhu en Kathmandú, Nepal es la estupa más antigua
que existe en nuestro mundo 'Swayambhu' significa 'autosurgida'. Dentro
de la estupa hay otra estupa más pequeña que surgió por sí misma. Esto
sucedió en el último kalpa en la época antes del primer buda de nuestro
kalpa. La otra estupa, tal como la conocemos hoy en día, se construyó
alrededor, más adelante, en la época después del buda Kashyapa y anterior
a la del buda Shakyamuni. Dentro, hay reliquias del Buda Kashyapa.

"La estupa trae tanta bendición que con sólo desear ir allá y tomar siete
pasos en esa dirección, incluso si uno fuera a morir en ese momento uno no
renacería en reinos inferiores. Se dice que cada sexto mes Tíbetano, en luna
llena, uno puede ver un reflejo de la estupa en el cielo en Swayambhu. En
ese momento las personas hacen deseos."

Lopon Tsechu Rinpoche.

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