Lama Gendun Rinpoche habla sobre las Postraciones


Lama Gendun Rinpoche (1918-1997) fue el maestro de meditación y el líder espiritual de los Cuatro Dhagpos. Pasó más de treinta años de su vida en retiro solitario en Tíbet y en India. Lama Gendun Rinpoche fue uno de los últimos grandes maestros de la antigua generación de Lamas Tibetanos. Todo lo que enseñó, lo experimentó personalmente durante sus numerosos retiros en cuevas de los Himalayas y de la India.  Se dice que practicó postraciones todos los días de su vida, incluso a sus 70 años.


Las postraciones se hacen en conexión con la primera de las Cuatro Prácticas Fundamentales (Tib. Ngondro): “Tomando Refugio y Desarrollando la Actitud Iluminada.” Esperamos que estas enseñanzas sean inspiradoras para aquellos que están haciendo esta práctica. Por favor note que esta información no es un substituto para las explicaciones completas orales sobre la práctica, que pueden ser recibidas de sus amigos experimentados en su centro Budista Camino del Diamante Karma Kagyu.

¿Por qué hacemos Postraciones?


1. Purificación del Orgullo
Antes que nada, debemos saber por qué hacemos postraciones. No las hacemos para caerle bien a alguien más. No las hacemos para el Buda. Tales conceptos están totalmente equivocados. El Buda no es un dios de este mundo. Nos inclinamos para purificar todas las situaciones del pasado en las que no respetamos a los demás. Por estar interesados en nuestra propia satisfacción y en nosotros mismos cometimos muchas acciones negativas.

Las postraciones nos ayudan a comprender que existe algo más significativo que nosotros. De esta manera purificamos el orgullo que hemos acumulado durante innumerables vidas pensando: “Yo tengo razón,” “Yo soy mejor que los demás,” o “Yo soy el más importante.” Durante innumerables vidas hemos desarrollado orgullo que es la causa de nuestras acciones y hemos acumulado el karma que es una fuente de nuestro sufrimiento y de nuestros problemas. La meta de las postraciones es purificar este karma y cambiar nuestra mentalidad. Las postraciones nos ayudan a fiarnos de algo mucho más significativo que nuestro orgullo y nuestro aferramiento al ego. De esta manera, por medio de una confianza y devoción absoluta, nos liberamos de todo lo que hemos acumulado debido al orgullo.

2. Purificación del Cuerpo, Habla y Mente
Cuando hacemos postraciones actuamos con el cuerpo, habla y mente. El resultado de hacerlas es una purificación muy poderosa y rigurosa. Esta práctica disuelve todas las impurezas, sin importar de qué tipo sean, porque todas fueron acumuladas por medio de nuestro cuerpo, habla y mente. Las postraciones purifican en los tres niveles. Por medio del aspecto físico de postrarnos purificamos nuestro cuerpo. Ofrecemos nuestro cuerpo a las Tres Joyas (Buda, Dharma, Sangha) y a todos los seres sintientes, deseando que sus deseos se realicen. Por la repetición del mantra del refugio y del significado que le atribuimos, purificamos nuestra habla. Por medio de la confianza en las Tres Joyas desarrollamos la actitud iluminada y la devoción. A medida que tomamos conciencia de las cualidades perfectas del refugio y le ofrecemos todo, los velos en nuestras mentes se disuelven. Cuando nuestro cuerpo, habla y mente se purifican, comprendemos que lo que inicialmente consideramos como nuestro cuerpo es en realidad una manifestación de la iluminación como compasión activa. Lo que inicialmente consideramos como nuestra habla es la expresión de la iluminación en el nivel del gozo; nuestra mente es el verdadero nivel de la iluminación. Logramos ver la realidad iluminada de nuestro cuerpo, habla y mente – están llenos de verdad de sabiduría de la cual inicialmente no teníamos consciencia. Comprendemos que esta práctica puede llevarnos a nuestra meta, la iluminación, porque los tres niveles que expresan el estado de un Buda aparecen inmediatamente después de que los tres niveles de nuestra existencia – cuerpo, habla y mente – son purificados. No necesitamos buscar la iluminación en ningún otro sitio. No necesitamos perseguir realizaciones perfectas. Los tres niveles de la iluminación son verdaderas cualidades inherentes de nuestro cuerpo, habla y mente. No lo vimos antes. Las postraciones nos ayudan a descubrirlo.

3. Beneficios Físicos de las Postraciones
Las postraciones influencian fuertemente el equilibrio y la armonía de nuestro cuerpo. Los bloqueos en sus canales energéticos se disuelven gradualmente. Esto nos ayuda a evitar enfermedades, falta de energía, y otros problemas. Nuestra mente se vuelve más clara. Nuestra habilidad para entender crece.

El Estado Mental Durante las Postraciones

Debemos hacer las postraciones con una total confianza, alegría y motivación para beneficiar a los demás.

1. Confianza
Debemos confiar en las perfectas cualidades de las Tres Joyas y estar seguros de que su bendición puede remover los velos de nuestras mentes. La bendición puede aparecer y la purificación es efectiva cuando nuestra confianza en nuestro cuerpo, habla y mente se encuentra con las cualidades transformativas del cuerpo iluminado, del habla iluminado, y de la mente iluminada – fuentes del refugio. Sin confianza y sino podemos abrirnos a las Tres Joyas, las postraciones serán únicamente un juego.

2. Motivación para Beneficiar a Otros
Cuando hacemos postraciones, debemos comprender que las buenas acciones son la fuente de la felicidad de todos los seres sintientes. Las postraciones son un buen ejemplo de este hecho. Cuando practicamos usando nuestro cuerpo, habla y mente, ofrecemos nuestra energía a los demás deseando que les traiga felicidad. Debemos sentir felicidad por esto y hacer postraciones con alegría.

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