Manteniendo el vínculo con la sangha Por Lama Ole Nydahl

En tibetano el nombre para la iluminación es Son-gye. Siendo su significado el de completamente purificado y maduro, se refiere a un estado que claramente se logra mejor en un ambiente confiable y jovial, con las herramientas correctas para el cuerpo, habla y mente y bajo una buena guía. El Buda como refugio absoluto, y partes relevantes de sus 84000 enseñanzas como el camino para que se desarrollen distintas personas y culturas, no han cambiado durante los últimos 2500 años.

Tampoco lo han hecho las 254 reglas que rigen el comportamiento de los monjes budistas y las 350 para las monjas budistas.

Lo que abre las posibilidades y nuevas dimensiones que se necesitan para el crecimiento hoy en día, donde el Budismo de forma creciente inspira al Occidente, son nuestros practicantes laicos empoderados. Ahora, más libres que nunca para utilizar las posibilidades de la vida, la democracia, la transparencia, la educación, el pensamiento crítico y la internet, todas estas permiten a los seres compartir y tomar parte de la información budista e integrarlas en sus vidas. Por estas razones, ahora el Budismo llega a muchos de formas relevantes y convincentes y uno podría hablar de un triunfo reciente del interés por el potencial de la mente en las democracias occidentales.


El entrar en una práctica budista trae mucha más profundidad y felicidad que el recolectar cualquier cantidad de información, sin embargo, las cosas toman vida para las personas modernas a través de los practicantes laicos arriba mencionados, llamados Sangha. Aquellos que viven o representan los centros y los ejemplos que dan, les da a los seres una base para su crecimiento. Ellos suministran métodos útiles, ejemplos vivos y demuestran que las enseñanzas funcionan. Así, ellos les dan a los demás el mejor de los regalos: la certeza de que pasos relativos pueden traer una meta absoluta y duradera, que la vida puede hacerse plenamente significativa.

Si todos los visitantes fueran grandes filósofos y fueran capaces de retener una visión abstracta de los eventos bajo cualquier circunstancia, ellos simplemente considerarían los estados de ánimo de un budista, un grupo o centro como reflejo de los pasos que ellos están realizando a lo largo de un camino esencialmente perfecto.


Sin embargo, esta no parece ser la regla. Evidentemente las personas entran a nuestros grupos con ciertas expectativas personales y también son influenciadas por el crecimiento y el trato que ahí reciben.


Aunque es necesaria una verdad que sea demostrable para inspirar a las mejores mentes, a la larga, no hay duda de que para los seres que se acerquen a dicho tesoro, el ambiente emocional que lo rodee debe ser atractivo.


Por lo tanto, los centros que cuenten con un excedente para los que vienen por primera vez, que ofrecen té, amistad, una literatura entendible y algo de interés humano que se suman a la perfección de nuestras meditaciones guiadas del Camino del Diamante, pueden esperar que los nuevos amigos traigan a otros amigos.


Sin esta calidez uno se volverá una atracción cultural exótica, para egoístas similares,pero dará poca confianza en que nuestra visión también es de ellos y que felizmente se puede vivir.


Entonces, aun y con estas enseñanzas de primera el factor humano es importante y pocos seres pueden combinar brillantez con flexibilidad todo el tiempo. Incluso los más motivados miembros del centro están propensos a cosas personales y a enfurecerse, por lo tanto debemos proteger esta fina fuente viva del Budismo: los idealistas que hacen el trabajo práctico en el mundo.


¿Qué experiencias se han hecho en este campo durante los 28 años en nuestros 250 centros alrededor del mundo?.



Lo más importante es que un grupo se sienta como un organismo, una familia y entienda que si un miembro progresa: todos ganan. Esto incluye el disfrutar y estar conscientes del potencial y deseos de todos y compartir trabajos que puedan manejarse y traer crecimiento. Caminando juntos cuando las cosas van bien y bordearlas cuando no, beneficia a cada centro.

Comer juntos por lo menos una vez al día ha comprobado ser importante y aquellos activos en el centro deberían compartir en los momentos de meditación. Incluso si deben sentarse un poco apartados porque hacen prácticas distintas, todos se benefician por su presencia y a excepción de las meditaciones que requieren el estar solos, también ellos obtienen los mejores resultados.

Parafraseando a Churchill hace 60 años atrás: con previsiones uno puede evitar sangre, con la visión correcta lágrimas pero no hay manera de que un bodhisattva evite el sudar. El trabajo duro es indispensable y como toma 40 años para crecer - según un dicho europeo - o quizás 60 para volverse humano, según dicen los chinos, uno no debe esperar que las cosas solo sean fáciles.

Esto es tanto para los centros como para quienes los hacen. Aunque los campos de energía iluminados penetran tanto a las personas como a los lugares, debido a la fuerza de los hábitos y las impresiones kármicas, sólo pueden madurar gradualmente.

Aunque el poder del Lama está presente desde el comienzo y es quien inspira y da inicio a los grupos del Camino del Diamante, el desarrollo total de su sabiduría inherente y experiencias debe esperarse que tomen tiempo.

En Dinamarca tomó 25 años aprender a trabajar juntos. Otros lugares están menos estropeados en la superficie y se ven unidos por algún momento hasta que surgen sus diferencias. Sin embargo, el continuar es esencial. Sólo ocurrió en uno de nuestros centros que se sacaron de circulación por sí mismos. Era un grupo de damas pedagogas en Braunshweig, Alemania, quienes querían tiempo para sus familias. Esto ocurrió 20 años atrás y muy pronto se sintieron vacías. La mayoría se reincorporó rápidamente de forma activa mientras alguien más asumió la responsabilidad.


Sólo pocos tienen las condiciones y la motivación para trabajar en el centro por muchos años seguidos y cierta fluctuación es sana. El que amigos asuman funciones que otros deben dejar por la familia o los negocios es la generalidad en casi todas partes.

En este proceso es esencial el sentimiento de gratitud por lo que se hizo, que el lazo de amistad se conserve y que aquellos quienes con anterioridad cargaron con la responsabilidad se mantengan informados.

Utilizar el centro y contribuir con éste cuando sea posible agrega una sabiduría práctica a la vida y a los recursos de la sociedad, a la vez que se toma parte en la frescura transparente de vivir conscientemente.

Debido a la riqueza de nuestras sociedades, un estilo de vida satisfactorio proveniente del Tíbet Oriental se está esparciendo gradualmente. Yo veo que conduce rápidamente a la libertad y al crecimiento humano. Incorpora las visiones del Gran Sello para aquellos en quienes predominan los deseos, y de la Gran Perfección para los de más rabia, y a todos trae actividades y experiencias dentro del contexto iluminado.


Ver lo que sucede como el karma de los seres y el reconocer nuestras reacciones como un reflejo de nuestra madurez, hacen de la vida un libro abierto. Así, todos los eventos se vuelven pasos en nuestro camino y debido a las comunicaciones modernas, la situación material también puede ser bien utilizada.


Los amigos se dan trabajo unos a otros, cuidan de sus hijos cuando alguien está meditando o les consiguen lugares para quedarse. Así como en las sociedades tradicionales, gradualmente las familias del Dharma se dan de forma que las personas saben en qué pueden contribuir, qué se necesita en el momento o qué puede ser iniciado.


Por lo tanto está en nuestras manos el no competir en los grupos sino el de dar unos a otros buenos roles a seguir. Para propagar la visión más elevada del "ambos e y" cuando sea comprensible para un mundo que busca significado, y enseñar bajo un enfoque no dogmático el cómo el cielo y el infierno son creados por nuestro propio karma y visión.


Resaltando la confianza en uno mismo podemos dar al mundo un regalo que probablemente sea único. Combinar la visión más elevada de la naturaleza búdica esencial de todos, y el que todo es una Tierra Pura, con un conocimiento crítico de desarrollos relativos tales como tendencias importantes referentes al mundo. Madurados a través de las mejores meditaciones para percatarse de los estados de la mente que están más allá de lo personal, y abrigado por el disfrute del compartir, nuestros centros son verdaderas joyas: si damos a conocer nuestra presencia, aquellos con el karma suficientemente bueno deberán venir.




Todo el mejor amor y éxito de

TCH y Lama Ole




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