El Budismo en el Arte de la Ayuda, Manfred Kessler


Extracto de la Conferencia “El Budismo en el Arte de la Ayuda”, que dio Manfred Kessler en la Sangha de La Mascota, San Salvador, el 1ro de Noviembre de 2011.
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“Buenas tardes estaremos juntos, veo caras nuevas que no vi en la tarde. Vengo de Múnich tengo 42 años, pago mis impuestos, no soy monje, eso no es de nuestro linaje, la comunidad más grande de budistas es laica. Es más efectivo practicar budismo como laico ya que puedes utilizar todo lo que tienes, los monjes se limitan. Si tienes pareja puede ser muy útil para alcanzar la iluminación, queremos ser útiles y felices pero pareciera que ambas situaciones no pueden ir juntas. Todo empieza con ser generoso, puedes obsequiar algo a alguien y esto produce beneficios, alguien es generoso si te ofrece educación.

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Buscamos la felicidad duradera, cuando las personas desean el bien para los demás desean lo particular para lo general, ves lo que te hace feliz y crees que eso funciona para los demás. Le das algo a alguien pero no le gusta, entonces dices “él/ella es un desagradecido/a”, siempre es lo mismo, le quieres dar $20 a alguien y dices “no, mejor le compro un sándwich”, cuando se lo ofreces ésta persona dice “no me gusta”, entonces dices “¡así me pagan por ser generoso, no lo vuelvo a hacer!”. Como budistas no debemos pensar en el resultado sino fijarnos en la intención, así que nos volvemos más sabios.

¿Les das a tus hijos/as siempre lo que quieren? No es lo que él/ella quiere, es lo que él/ella necesita.

Como budistas buscamos la felicidad duradera, no le puedes decir a un/una indigente te voy a enseñar a meditar, él/ella te dirá: “¡yo necesito comer!”, ¿qué podemos hacer?

En cierta ocasión viajando con Lama Ole, un indigente se acercó y el Lama le ofreció un sándwich, él lo tomó con un gesto de disgusto y se retiró sin dar las gracias, Ole en ese momento nos pidió sándwiches a todos los que estábamos viajando con él, los tomó todos, le hizo señas al indigente mostrándole los sándwiches y se acercó nuevamente un tanto extrañado por el gesto de Ole. Tomó los sándwiches y se retiró nuevamente sin agradecer por ello, Ole ahora nos pidió todos los sándwiches que tuviéramos, ¡absolutamente todos!, hizo una montaña de sándwiches y volvió a llamar al indigente, esta vez él se mostró muy sorprendido, su rostro estaba lleno de admiración por la cantidad de comida que Ole le estaba ofreciendo, Ole se fue acercando lentamente a él y estando cerca tocó su frente con la suya, lo bendijo y el chico empezó a llorar, yo dije “¡Perfecto! la conexión kármica”.


¿Qué es la conexión kármica?


Si vas al centro de San Salvador mucha gente camina, no ves a toda la gente pero de pronto ves a alguien y sientes una conexión. Haces una plática con esta persona y sientes la conexión. Los seres ordinarios (aun no budas), reaccionan a esta conexión kármica. Si quieres ayudar a alguien para llegar a la iluminación no lo vas a lograr en una tarde, sino ya estaríamos iluminados todos/as, la iluminación lleva tiempo.

Con las personas se hacen conexiones kármicas, el chico de la historia anterior en algún momento se encontrará con Ole nuevamente, cuando haya apertura se dará la conexión. En el futuro la gente reaccionará hacia ti, al inicio de una relación es una sensación de “te conozco”, lo cual es excitante pero después de eso ves si hay conexión positiva. Un bodhisattva puede utilizar las conexiones kármicas negativas. El buda histórico predijo que los Karmapas ayudarían a la gente.


¿Por qué hay unos budas que ayudan más que otros?



Entre más conexión kármica haya existe más desarrollo, por lo tanto todos los budas hacen conexiones kármicas, las más fuertes se hacen camino a la iluminación y son tan fuertes porque están más allá de las conexiones ordinarias.

Los bodhisattvas hacen conexiones siempre que pueden, Lama Ole por ejemplo sale de una conferencia busca un bar, entra y se fuma un cigarrillo con alguien allí dentro, aunque él no fuma (risas) y dice “¡este cigarrillo está excelente!” (risas).

Si tú como bodhisattva haces una conexión kármica con una persona es perfecto, y si esa persona la devuelve es mejor.

Si alguien te da un obsequio y tu motivación es ayudar, esta conexión es fuerte y positiva. Ole hace muchas conexiones todo el tiempo, en el camino a la budeidad hacemos conexiones kármicas, cuando las personas se abran en el futuro se desarrollarán más. No puedes andar por allí predicando budismo porque si no hay conexión kármica con las personas no funciona. Si alguien muestra apertura tu eres compasivo, si la gente siente la compasión entonces se abren, si se abren les puedes dar algo, pero cuidado no mucho, todo es un proceso, alguien “nuevo” entra al centro de meditación hace preguntas y todo el mundo le quiere explicar cómo ametralladoras, ¡eso no funciona! para que la gente pueda abrirse debe recibir información de acuerdo a su necesidad. En Alemania decimos: “el idiota profesional mata al cliente”, si tratas de dar toda la información de una vez la gente se puede confundir, algunas veces será suficiente ofrecerle una taza de té.

Si queremos volvernos útiles debemos cambiar nuestra vida, la compasión es como un corazón cálido y los demás se sienten bien contigo, la compasión no es lástima. Mientras tú sufras no serás de utilidad a los demás, si ves a alguien dentro de un hoyo no te tiras dentro por lástima, sino que le ayudas a salir por compasión. Tú le dices como salir porque ya has estado allí. En el budismo el sufrimiento no es útil, en el cristianismo si se toma en cuenta.

La gente no quiere soltar este sufrimiento, deshacerte del sufrimiento es la meta pero alguien debe empezar para que funcione. En el budismo es necesario aclarar lo anterior, si te puedes liberar del sufrimiento es natural que te vuelvas compasivo.

Deseamos felicidad no solo para los/las que nos agradan, en el budismo tenemos métodos para aumentar ese círculo de amigos/as, la idea de amigo/a o enemigo/a puede cambiar. Concluyes que cualquier amigo/a puede ser enemigo/a, por lo tanto le podemos desear la felicidad a todos/as, no hay enemigos/as si todo el mundo se encuentra feliz, le deseamos la felicidad a todos/as incluso a los/las que no nos agradan.


Hubo una película hace un par de años sobre los últimos días de Hitler en Alemania, un grupo de personas no querían que se mostrara a Hitler afectivo hacia su esposa, su perro y amigos/as, pero no hay persona 100% “mala”.

Cuando Mao murió el Karmapa hizo un ritual por él, muchos/as tibetanos/as le reclamaron y él dijo “es fácil, es como cuando lanzas un boomerang este debe regresar y debe recibir todos los boomerangs que haya lanzado”. La gente complicada está recibiendo los boomerangs de vidas anteriores.

Todos/as tenemos la naturaleza de Buda, cuando el ego se disuelve la mente es espacio, un Buda no tiene la ilusión de división. Tener consciencia del sueño y experimentarlo son dos cosas distintas, así lo experimenta un Buda, ya no te tomas las cosas tan personales, todo es un engaño, antes querías firmar un contrato por 30 años para comprar una casa, hoy ya no te interesa lo que te importa es el cambio. El Buda experimenta todo como un sueño, Ole dice “ves el espejo y lo que se refleja en él”. Soltar todo eso es libertad, implica libertad absoluta puedes tener mejores experiencias de las que has tenido, la vibración es felicidad ¡todo vibra!

Las situaciones siempre serán únicas, si esperamos una réplica exacta sufrimos, no tenemos el desarrollo de experimentar frescamente. Las ideas rígidas no te hacen feliz, hay mucha felicidad alrededor pero nos cuesta experimentarla.

Cuando nos volvemos Budas nos desapegamos de las cosas y las ideas, nos conectamos a todo, todo el tiempo, experimentar al experimentador es la felicidad, la felicidad de Buda ya no se pierde.

La compasión no es dual, no apego, no aversión. La compasión es como el sol que alumbra a todas las vacas sean negras o blancas, si alguien no es coherente no tiene libertad, si queremos ser útiles debemos ver a los/las demás seres con cariño, la gente siente eso ¡créanme! Siempre deberíamos estar conscientes de eso, con la gente a nuestro alrededor nos volvemos compasivos.

Al principio la compasión la experimentamos de forma inusual, después de varios años aparece rápido, tus ideas del mundo cambian y entiendes que la gente empieza a reaccionar en torno a ti, la compasión es deseo y actividad, la actividad búdica significa compasión, Lama Ole utiliza la compasión activa.

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…Si le deseamos la felicidad a alguien se la deseamos de la forma más grande que podamos imaginar. Hacemos deseos para que los deseos búdicos sean 100% compasión, es importante hacer buenos deseos y dejarlos ir, desear para los/las demás y alegrarnos por los logros de los/las demás.


¡La mente es poderosa, lo pueden intentar y verán que poderosa es la mente!”

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